sábado, 30 de mayo de 2009

El Temor de Dios





En la Palabra de Dios encontramos todas las respuestas, te compartimos este estudio.
LA CONQUISTA DE ALMAS Conocí a un comerciante cristiano que solía ser visitado por un corredor que le vendía, en el mostrador, los artículos que llevaba. Este comerciante tuvo cierto día este soliloquio: “He tratado con este corredor por espacio de nueve a diez años y apenas ha pasado un día sin que nos veamos. El me ha traído su mercadería y yo le he pagado su importe; pero nunca he procurado hacerle algún bien. Este proceder no es correcto. La providencia lo ha puesto en mi camino y yo debo, por lo menos, preguntarle si es salvo por Cristo”. Ahora bien, la próxima vez que vino ese corredor, el espíritu de este buen hermano decayó y no creyó oportuno empezar una conversación religiosa. El corredor no volvió más: el próximo lote de mercaderías lo llevó su hijo. --¡Qué pasó! –le dijo el comerciante. --Papá ha muerto—le respondió el muchacho. Ese comerciante, muy migo mío, me dijo poco después: “Nunca pude perdonarme a mí mismo. Ese día no pude quedarme en el negocio; sentí que era responsable de la sangre de aquel hombre. No había pensado en eso antes. ¿Cómo puedo librarme de esa culpa cuando pienso que mi necia timidez me cerró la boca?”. Querido amigos: No traigáis sobre vosotros tan terrible remordimiento. Evitadlo desvelándoos diariamente por salvar a los hombres de la muerte segunda. TEMORPuede significar terror, miedo, o sencillamente reverencia y respeto. El temor que resulta del antagonismo de los hombres o de algún peligro que se acerca, es una emoción humana que puede tener sus beneficios, por ejemplo, tener conciencia de lo malo o del peligro, pero puede ser también una fuerza negativa y destructiva. A veces echa fuera el amor sobrenatural de Cristo (1 Jn 4.184:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. ). Asimismo, el temor puede dominar y acobardar al hombre que ignora el perdón y el amor que infunde el Espíritu Santo. La misma conciencia manchada causa miedo aun cuando nadie le persiga (Pr 28.128:1 Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león. ; cf. Adán y Eva en Gn 3.10). Gedeón no quiso incluir miedosos entre sus tropas para no poner en peligro la moral y el ánimo de los valientes (Jue 7.37:3 Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil. ).Repetidas veces la Biblia insta a los hijos de Dios a no temer. En Gn 15.1 Dios le dice a Abraham que no tema porque "soy tu escudo, y tu galardón". El salmista dice: "No temeré mal alguno porque tú estarás conmigo" (Sal 23.4). El Nuevo Testamento empieza con el mensaje angelical de no temer (Lc 1.131:13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan). Jesús en múltiples ocasiones invita a sus discípulos a no temer (Mt 10.31; Lc 5.10; 12.32). TEMORREMEDIO PARA EL TEMOR En el año 1735 Juan Wesley viajó desde Inglaterra a Colonia de Georgia en las Américas. En medio del Atlántico el buque encontró una tempestad que puso en peligro la vida de los tripulantes y de los pasajeros. Juan Wesley se encerró en su cuarto; pero allí pudo oír el canto de un grupo de moravos que, no teniendo recursos que quedarse en la cubierta y sufrir la furia de la tempestad. Después el señor Wesley preguntó a uno de los moravos cómo ellos y sus niños podían cantar en circunstancias tan terribles. El moravo le contestó con una pregunta: “Señor Wesley, ¿conoce usted a Jesucristo? Para el creyente Jesús echa fuera el temor”.TEMORLa Biblia emplea numerosos términos para referirse al temor. Los más comunes son los siguientes (en sus formas sustantivas): el heb.heb. hebreo yir

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